lunes, 6 de agosto de 2012

LA FARMACIA RURAL HOY


Antes de nada querría agradecer a Javier el espacio que nos brinda para expresar nuestras opiniones. Sin su esfuerzo constante no disfrutaríamos de este blog donde expresar nuestras opiniones.


La situación de la oficina de farmacia en España es complicada. Con continuas bajadas de precios y de márgenes, así como de impagos en algunas comunidades autónomas, estamos llegando a una situación límite sobre todo en el eslabón más débil de la cadena o red de farmacias españolas. Las pequeñas “boticas” rurales son las que corren más riesgo de llegar a situaciones de insolvencia, porque en bancarrota o quiebra técnica, si aplicamos criterios contables reflejados en el Plan General Contable, ya hace tiempo que se encuentran. Lo triste es que muchos farmacéuticos que ejercen  en pueblos muy pequeños, me refiero a municipios de menos de 1.000 habitantes y sobre todo a los que ejercen en los de menos de 500, por dar cifras redondas, no conocen realmente su situación y siguen engañándose a sí mismos, entre otros motivos, para no descubrir lo precario y antieconómico de su realidad. Otros se encuentran atrapados en un callejón cuya única salida es dar marcha atrás e intentar trabajar por cuenta ajena. La mayor parte espera confiadamente que la situación cambie y poder pasar el testigo de la botica rural y prosperar, en otros lugares lejos del campo, pero se topan con la difícil coyuntura actual. Lo que, a mi modo de ver, sostiene y hace sobrevivir a la botica rural es el valor patrimonial de su fondo de comercio –que todavía algo vale- y que el ejercicio y su retribución, en gran medida, contribuye a los ingresos familiares como segunda aportación y no principal.


La carga de las guardias en las pequeñas farmacias rurales es muy heterogénea. Va desde las farmacias que no hacen guardias, a las que hacen 365 días al año, pasando por las que rotan con 1, 2, 3, 4... OOFF. Las hay con turnos de 24 horas y las que solo tienen guardias diurnas. Las guardias en el ámbito rural no son rentables en ningún caso, salvo alguna concreta situación que desconozco. En Castilla y León se va camino de una mayor racionalización. Racionalización que no es fácil, pues existen intereses confrontados de quien hace guardias y de quien no, de quién hace muchas y de quien hace pocas. Personalmente creo que el enfoque de los turnos de guardia como un servicio gratuito –tema complicado de tratar en los tiempos que corren- en un error. Las guardias son un servicio que se presta y que tiene una carga para el que la presta. Es un servicio en muchos casos innecesario. Cargar su coste al margen que se paga por el medicamento, sin racionalizar su necesidad y sin distribuir conforme a quién lo presta trae consigo que algunos salgan beneficiados y otros no, con la consiguiente frustración añadida.


En cuanto a los botiquines estimo que no hay que perder de vista la población o más correctamente los asegurados y beneficiarios a los que hay que prestar el servicio farmacéutico y facilitar el acceso a los medicamentos en condiciones de igualdad. Hay pueblos con 30, 40, 50...  habitantes, con un día de consulta a la semana donde se generan unos días 2 otros 10 recetas. Mantener un establecimiento abierto en estos lugares, donde la consulta es un cuarto habilitado por el ayuntamiento con una estufa eléctrica que se pone 1 hora antes de la llegada del médico es absurdo. También nos encontramos con pueblos de 300, 400 habitantes, y más, que tienen un botiquín cuando hay farmacias en pueblos de menor población. Poner el límite en una cifra poblacional, Extremadura 500, Andalucía 1.000, es muy complicado. En Castilla y León los botiquines creados a partir del cierre de una OF han de estar vinculados a una OF que tiene que contratar un farmacéutico para prestar el servicio, lo que supone, a veces, un quebranto económico para quién lo gestiona. Repito, muchas veces no se hacen bien las cuentas. No creo que transformar Oficinas de Farmacia en botiquines, por lo peyorativo del nombre que podría cambiarse, suponga una transformación del modelo. Lo importante es que el servicio se siga prestando en todos los rincones de la geografía española. En conclusión, si mantenemos el servicio de las poblaciones, independientemente del nombre de oficina de farmacia o botiquín o cualquiera otro y siempre que se preste por parte de un farmacéutico, recolocando al que deja la OF, no encuentro inconveniente salvo que supone el cierre de una entrada a nuevos farmacéuticos que quieren incorporarse a la botica, como titulares, aunque sea en un medio tan duro como es el rural. 


Andrés Reviriego.

3 comentarios:

cencebrona dijo...

Andres estoy totalmente de acuerdo contigo,yo estoy en un pueblo de castilla y leon de menos de 300 H y la unica salida que tenemos es una reubicacion, via traslados o como sea.Un abrazo.

cencebrona dijo...

Andres estoy totalmente de acuerdo contigo,yo estoy en un pueblo de castilla y leon de menos de 300 H y la unica salida que tenemos es una reubicacion, via traslados o como sea.Un abrazo.

Andrés dijo...

Gracias por tu comentario y perdona la tardanza,

La pena es que no hay ninguna prisa por convocar concursos y, además, las farmacias que se ofertan son muy pocas.

Un saludo, Andrés.