jueves, 30 de abril de 2009

XII JORNADES DE LA AFRUC

Os adjunto el tríptico de las XII Jornades de la AFRUC que me ha proporcionado nuestro compañero Paco Mateo.
Un saludo a todos,
Javier

martes, 28 de abril de 2009

Con la calculadora en la mano (y III)

En este momento intentaré abordar la rentabilidad de las farmacias, atendiendo a módulos poblacionales, sobre la base de las cifras esgrimidas en apartados anteriores.

He afirmado que el gasto en medicamentos por persona, de media, de 300 euros. Por ello las oficinas de farmacia, en tramos de 100 habitantes, facturarán lo siguiente:

Hab Facturación (Euros)

100.- 30.000
200.- 60.000
300.- 90.000
400.- 120.000
500.- 150.000
600.- 180.000
700.- 210.000
800.- 240.000
900.- 270.000
1000.- 300.000



Teniendo en cuenta los gastos fijos: 38.000 euros y los variables, un 76 % de la facturación, obtenemos un margen, antes de impuestos, sin personal, de:


Hab Rendimiento (Euros)

100.-. -30.800
200.-. -23.600
300.-. -16.400
400.-. - 9.200
500.-. - 2.000
600.-. + 5.200
700.-. +12.400
800.-. +19.600
900.-. +26.800
1000.-. +34.000



Conclusiones:

Para que una farmacia, con el único personal del farmacéutico titular, pueda dar a dicho farmacéutico el sueldo de un adjunto –con el riesgo de las bajas- necesita al menos entre 500 y 600 habitantes, que darían una facturación de entre 150 y 180 mil euros. Este es el umbral de la supervivencia.

Para que una farmacia permita tener un auxiliar a media jornada se necesitan 700 habitantes –con un sueldo de adjunto para el titular-.

Con una farmacia de 900 habitantes se puede tener un auxiliar a jornada completa y el titular con un sueldo de adjunto.

Con 1000 habitantes no se puede tener un auxiliar a jornada completa y que el titular cobre lo que un funcionario farmacéutico de la misma categoría profesional ( mas o menos 2.000 euros netos mensuales).

jueves, 23 de abril de 2009

Tribuna. Felipe Trigo. EL CAMINO CORRECTO EN FARMACIA RURAL

Desde hace unos meses vienen surgiendo determinadas informaciones provenientes de Extremadura y Andalucía (ver CF del 22-IX-2008 y del 16-II-2009) que apuntan a que en los próximos concursos de adjudicación de nuevas farmacias no saldrían las oficinas ubicadas en poblaciones de menos de 500 habitantes (Extremadura) ó 400 (Andalucía).
Valorada esta medida positivamente por sectores profesionales, viene a demostrar, una vez más, el conocimiento del modelo y la sensibilidad hacia los problemas de algunos responsables políticos que apuestan por resolver situaciones algo impropias del siglo en que vivimos.
Zonas del país donde el propio SNS, Justicia, y el sistema educativo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado adaptaron sus efectivos y los concentraron con un criterio lleno de racionalidad e interés por la eficiencia siguen estando diseminadas de profesionales farmacéuticos al frente de farmacias con escasísimos recursos materiales, técnicos y humanos ; haciendo alardes continuos de afán de servicio e imbricación en la realidad rural pero, quizás también, tapando las heridas de esas carencias personales que les ha originado los efectos secundarios de la alta capilaridad de un modelo que, en cuanto a beneficios para el ciudadano, no puede observarse en casi ningún otro lugar del mundo.
El día a día de estos profesionales viene marcado por la escasa rentabilidad de las oficinas, las jornadas de trabajo de 24 horas por 365 días, sin conciliación de vida familiar y laboral, con dificultad para tomarse vacaciones o una baja, con problemas de acceso a la formación continuada y con una sensación de aislamiento para la cual no ve salida, pues cualquier estudio demográfico en los últimos 50 años constata el despoblamiento rural. Si alguien piensa que este caldo de cultivo es el más idóneo para prestar un servicio de calidad es que sabe poco de recursos humanos.
Por ello, la medida que se está estudiando en Extremadura y Andalucía, junto con la adecuada ponderación del esfuerzo que sus respectivas leyes de ordenación recogen para estos profesionales que ejercen en situaciones de especial penosidad, son pasos aún tímidos pero que sí van en el camino adecuado. En una época donde la discriminación positiva es un hecho, no hacer el máximo esfuerzo en este terreno sería difícil de entender.
UN BOTIQUÍN MEJOR ATENDIDO
Y probablemente, sea la "tarea de hacer entender" el reto que tengamos que afrontar Administración y farmacéuticos si esta medida se concretase. Que la población de estos núcleos y sus responsables municipales entiendan que un botiquín, un centro adjunto de dispensación (CAD) ó como se desee denominar dependientes de otra farmacia rural cercana pueden prestar mejor atención, con más medios, con profesionales más preparados y motivados si limitamos el tiempo de apertura que si sometemos a esos profesionales a un régimen de "semiesclavitud".
Cuando a veces se escucha lo de "cuando un profesional ejerce en ese lugar es porque quiere...", "mientras que haya un farmacéutico dispuesto a irse allí, quiénes somos nosotros para impedírselo...", podríamos preguntarnos si alguien no entiende el concepto de Salario Mínimo Interprofesional, de derechos laborales mínimos inherentes a la persona que presta sus servicios profesionales, etc. Es un ejemplo claro de liberalismo deshumanizado, no propio de sociedades desarrolladas, que implica que la aceptación de cualquier condición laboral valida todas las situaciones. Y así, ¿en qué punto de la historia de los derechos laborales y sociales estaríamos en el año 2009? No es el "profesional liberal" el que marca las condiciones de trabajo de una farmacia rural. Son las obligaciones sanitarias reguladas las que las marcan en horarios, guardias, presencia, etc. que todos compartimos y que se aplican en cualquier ubicación de las farmacias.
Por otro lado, quienes así opinan desconocen qué debe ser una farmacia en el siglo XXI. Desde luego no es un profesional forzado a una situación insalubre con un bien mueble (mostrador) entre él y el paciente. Debe ser un establecimiento con personal formado (más de un farmacéutico y personal auxiliar), con una actualización permanente de conocimientos y especializados en distintos servicios (nutrición, formulación, dermofarmacia, etc) en unas instalaciones amplias y modernas, con recursos tecnológicos y bibliográficos, conectado on line con centros de información de medicamentos y con otros profesionales sanitarios en equipos multidisciplinares, y sobre todo, dispuestos con agrado a prestar una atención personalizada y próxima, sin listas de espera o cita previa, a unos ciudadanos que requieren consejo y asesoramiento en temas relacionados con la salud. Si esto se entiende, todo lo demás es más fácil.
Vicepresidente del Consejo Andaluz de COF
Publicado por CF. Sección Tribuna. Semana del 20 al 26 de Abril de 2008.

Respuesta de Pedro Capilla a la carta del presidente del COFM

Hola a todos, visto el artículo de EL GLOBAL de esta semana sobre la propuesta de creación de una vocalía nacional de Farmacia Rural ,y sobre todo, la respuesta del Presidente del CONGRAF a las preguntas del periodista, no os sorprenderá nada este artículo.

Al final del mismo colgaré un enlace donde podréis visualizar y/o descargar la carta original remitida al presidente del COF de Madrid, os anticipo, como ya supondréis todos, que la respuesta es la esperada, la justificación a esta respuesta....... no merece comentario, a esto le llaman en mi pueblo "pasarse la pelota", otros lo denominarían "quitarse el muerto de encima".

Os pido de antemano disculpas si el documento no puede visualizarse correctamente, me han cerrado el lugar de alojamiento y he buscado una página nueva, como se suele decir, estamos de prueba.
Espero que funcione................
Hasta pronto

miércoles, 22 de abril de 2009

Con la calculadora en la mano (II)





En esta parte me gustaría reflejar los gastos reales que soportan las farmacias pobres. Para ello me apoyaré en el informe Aspime de 2008 sobre la economía de las farmacias.

Para resumir y ser mas fácilmente comprensible, dentro del capitulo gastos, los agruparé en gastos fijos y gastos variables. Los gastos fijos son aquellos que soportan las farmacias por el mero hecho de abrir sus puertas y son muy parecidos entre unas farmacias y otras. Como gastos variables encontraremos los gastos que dependen directamente de la facturación. En la presente exposición excluyo los gastos derivados de la compra de la licencia, qué, aunque sin duda marcan la rentabilidad, dependen de variables que se escapan de la generalidad. También generalizo las peculiaridades de las farmacias –populosas, turísticas, medias, rurales..- para centrarme en las pobres, a las que muchas farmacias rurales pertenecen –también las hay ricas en el ámbito rural-.

Son gastos fijos: suministros –agua, luz, calefacción, teléfono..-, informática, alquiler –si el local es en propiedad el alquiler a la actividad-, sueldo del titular, seguridad social, cuotas fijas de colegiación, varios....

.
Son gastos variables: factura de proveedores, gastos facturación que carga el colegio –facturación y cuota variable-, gastos en inmovilizado material ( ordenadores, mobiliario ...)...

Deteniéndonos en los gastos fijos podremos determinar los siguientes gastos estimados anuales: agua 180 euros, luz 300 euros, calefacción 1.200 euros, teléfono 720 euros, informática (programa y base datos consejo) 700 euros, alquiler bien economico, 4.000 euros, sueldo del titular y seguridad social – lo mismo que el coste de un adjunto- 30.000 euros, colegiación –consejo y colegio- 200 euros, varios (libros, papel, sobres...) 700 euros . Total 38.000 euros anuales.

Los gastos variables dependerán de la facturación y, según Aspime en 2006 el margen bruto medio se situó en el 28,63 para farmacias cuya facturación fue menor a 300.000 euros. Los gastos en inmovilizado material se sitúan alrededor del 3,5% y los gastos por facturación no alcanzan el 1%. Total el margen bruto supera con poco el 24%.

jueves, 16 de abril de 2009

Reflexiones en la Soledad del Farmacéutico Rural. (y II)


APOYO MUTUO
Mal camino lleva el que piense que está sólo en el mundo y no necesita ayuda de nadie.
El ser humano desde su nacimiento necesita del apoyo de su madre, crece a la sombra de ésta que actúa a modo de paraguas protector frente a las eventualidades que se le presentan durante su crecimiento, dada la escasa autonomía que tiene.
El apoyo de su madre es algo imprescindible para su desarrollo físico y emocional, y así, junto a ella, comienza a crecer libre de todo peligro. A medida que el bebé se transforma en niño, aumenta su autonomía y de forma proporcional disminuye la dependencia de su madre, pero aún así, sigue dependiendo de ésta, entre otras cosas, para alimentarse y nutrirse. El niño devuelve esta asistencia a modo de cariño, algo en apariencia fatuo, pero más que suficiente para la madre, y es que el papel de ésta es el más desagradecido de todos los roles de la familia, ya que es quién más da a cambio de menos.
El grado de importancia de la madre va disminuyendo con el paso de los años, y el niño, ya adolescente, una vez que encuentra una pareja, va otorgando una mayor importancia a ésta, y si la pareja funciona bien, él/ella será su principal apoyo. Junto a su pareja será capaz de sortear y superar todas las trabas que encuentre en el camino, porque siempre tendrá alguien a su lado que le escuche, le aporte su opinión, y lo más importante, le dé un punto de vista diferente al suyo.
Un buen amigo me dijo no hace mucho tiempo una frase que se me quedó grabada en la memoria, y que considero magnífica, por ello quiero compartirla con vosotros, la frase era la siguiente: Mi mujer me ha hecho mejor persona. Sólo personas como él, por su preparación y su sabiduría, son capaces de hacer un uso tan magnífico y económico del lenguaje demostrando que no es necesario usar muchas palabras para decir algo tan bonito. Yo en cambio, me enredo, a veces en exceso, en los vericuetos del lenguaje, abusando de las palabras para expresar mis ideas y sentimientos, por ello, pido disculpas por este abuso y doy gracias por conocer a personas como él, que me permiten aprender, y que ha logrado sintetizar en muy pocas palabras un sentimiento, y con ellas, ha homenajeado a la que es su compañera, en este caso su esposa, la persona que le da apoyo moral, la persona con la que comparte la gran mayoría de las cosas que le suceden a lo largo de su vida, para bien y para mal, la persona con la que comparte unos sentimientos y unas ilusiones y la que le da su opinión, aunque sea contraria a la suya, aportándole otra visión de las cosas.
La sociedad ha cambiado con el transcurso de los años, vivimos en pleno siglo XXI y los habitantes de los pueblos llevan varios decenios emigrando a las ciudades, convirtiendo a los primeros en pequeños y a las segundas en cada vez mayores, esto ha generado también una centralización de todo tipo de servicios, donde antes había varios establecimientos y profesionales de lo más diverso –zapaterías, carnicerías, médico, veterinario, farmacéutico, cura,…- , en la actualidad, y dada la escasa rentabilidad de ejercer en estos lugares, en muchos de ellos tan solo queda el farmacéutico, cual rara avis que aún sobrevive en lugares donde uno se sorprende que todavía haya viviendas habitadas.
Esta diferencia tan obvia existe también entre farmacia urbana y farmacia rural, dos establecimientos que caminan englobados en un mismo sistema, con las mismas exigencias y diferentes recompensas a su trabajo.
La soledad que habitualmente me acompaña me hace reflexionar, quizás demasiado, y a veces pienso, si la farmacia rural necesitaría un status especial que haga patente la clara diferencia entre estos dos tipos de establecimientos. El problema de ese status especial es que produciría de forma indefectible una escisión en el actual modelo, que daría lugar a dos modelos farmacéuticos, uno desarrollado en el medio urbano y otro en el medio rural, de forma que garantizaría la asistencia farmacéutica, tal y como lo hace ahora, en lugares muy remotos de la geografía española, pero negociando de forma independiente, cuáles son los servicios a prestar, y cuales las retribuciones necesarias para poder prestarlos, garantizando de esta forma unos ingresos dignos que actualmente no se perciben y que podríamos calificar de indecentes.
No sé, porque no tengo la respuesta, si lo mejor sería que farmacia rural y farmacia urbana caminaran de forma separada, para así evitar, que esta “especie en extinción” en la que se ha convertido el farmacéutico rural, pueda luchar por conseguir “programas de recuperación de la especie” que al menos garanticen que siga existiendo allá donde ahora existe y que si en algún momento decidiera cambiar de aires pudiera hacerlo.
Como digo, no tengo la respuesta, pero sí espero un cambio en la mentalidad de nuestros dirigentes, y una buena muestra de ello a modo de pequeña concesión sería la creación de una Vocalía de Farmacia Rural en el Consejo General, no son excusas los anticuados estatutos ni otras nimiedades, creo que es una deuda que tienen con la farmacia rural a la que no pueden seguir dejando arrinconada, la presencia de nuestro colectivo en el Consejo fortalecería el modelo de asistencia farmacéutica al paciente y facilitaría que entre todos pudiéramos comenzar a buscar soluciones a situaciones, que en muchos casos, comienzan a ser insostenibles.
Siempre será mejor y más fácil para todos, caminar juntos buscando un apoyo mutuo, algo que en la actualidad no se da, y que en mi modesta opinión es necesario e imprescindible, porque no nos engañemos, la farmacia urbana necesita de la farmacia rural, y ésta necesita de la urbana, es mejor para ambas avanzar de la mano sin olvidar el objetivo común que le da su razón de ser a la profesión, su contribución al bienestar del paciente.
Desde el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla……………
Javier

Con la calculadora en la mano (I)

Desgraciadamente, nuestra profesión en la actualidad no se entiende sin una calculadora en la mano. No solamente somos sanitarios, también comerciantes. ¿En que proporción? 50-50, 75-25, 25-75... Sin duda es difícil cuantificar, pero ejercer en una oficina de farmacia implica elevadas dosis de destreza en el manejo del arte del comercio. Demasiado componente de comerciante, a mi juicio, es el que necesitamos los farmacéuticos de oficina de farmacia para salir adelante.

También, en la farmacia rural, somos comerciantes y no solo sanitarios. Cuando digo rural me refiero a farmacias únicas, en municipios no ya pequeños sino minúsculos, donde raramente hay una sucursal bancaria, el médico pasa consulta y se va, y a veces no todos los días. Donde los maestros, secretarios de ayuntamiento y demás universitarios vienen, trabajan y se vuelven a sus domicilios, a bastantes kilómetros. Es en ésta farmacia rural donde las cuentas de comerciante no salen de ninguna manera, y mucho menos cuando hay que pagar un crédito para financiar el traspaso. Porque no olvidemos que los nuevos licenciados superan con mucho el número de farmacias que salen en los concursos y es muy duro, a veces insoportable, que tu compañero de carrera, por el mero hecho de ser hijo de farmacéutico con farmacia, sea tu jefe y más duro todavía si en la facultad ha demostrado menos valía científica. ¡Es posible que como comerciante si la tenga¡. Pero no quiero desviar el tema a los derroteros de la justicia social en éste momento.

Me llama la atención el tratamiento que estudios económicos como los de Aspime, dan a las farmacias “pobres”, esto es, farmacias con ingresos inferiores a 300.000 euros. Ciertamente no se paran a analizar las cuentas, sino, simplemente, atisban trazas de inviabilidad.

No me resigno a analizar, lo más exhaustivamente que pueda, la economía de éstas farmacias, las “pobres”. Máxime, cuando en palabras de la Secretaria del Consejo y previsiblemente futura presidenta, Carmen Peña, somos el buque insignia de la farmacia española. Palabras que me suenan a aquello de “Te quiero mucho perrito, pero pan poquito”.

Y ya entrando en materia, me gustaría desglosar las farmacias que facturan menos de 300.000 euros y agruparlas por tramos. Sin olvidar que, estadísticamente, cada tramo se corresponde con una cifra de población. Consideraré que el gasto por habitante es de 300 euros, cifra que obtengo de dividir la factura farmacéutica nacional entre el número de habitantes del Estado, incrementado por un factor de corrección debido al mayor consumo de la población envejecida -que son los pacientes de éstas farmacias- y también incrementado con la escasa venta libre.

La factura farmacéutica a cargo del SNS, en 2008, ascendió a 11.191.128.315 euros y la población en España alcanzó la cifra de 46.157.822 habitantes. Si dividimos la facturación entre las 21.000 farmacias obtenemos, que de media, las farmacias españolas facturaron al SNS 569.547 Euros. Y que el consumo medio por habitante es de 259,12 euros, a lo que hay que añadir las mutuas y la venta libre. Con todo, la media de facturación de las farmacias supera los 600.000 euros. Las farmacias pobres, por tanto, facturan menos de la mitad que la media.

¿Con qué población se corresponde la farmacia pobre?. Si nos atenemos a las cifras de 300 euros por habitante y año, se corresponderá con farmacias que sirvan a menos de 1.000 habitantes, entre su municipio sede y las poblaciones a las que sirva. También hay farmacias pobres en núcleos urbanos.

(Continuará)

miércoles, 8 de abril de 2009

El COF de Madrid promueve la creación de una vocalía nacional de rurales

El presidente del COF de Madrid, Alberto García Romero, ha enviado una carta al presidente del Consejo General, Pedro Capilla, en la que le propone llevar al Pleno del Consejo la propuesta de crear una vocalía nacional de Rurales, iniciativa que fue lanzada hace tres semanas por boticarios de este colectivo (ver CF del 23-III-2009).
Publicado en Correo Farmacéutico Semana del 6 al 12 de Abril de 2009

Boticas y Botiquines

Título Original: PLANIFICACIÓN Ó LIBERTAD
Con motivo de la iniciativa extremeña y andaluza que contempla la posibilidad de abrir farmacias adjuntas en aquellos núcleos que por su escasa población así lo aconseje, la respuesta de las distintas comunidades autónomas ha sido de los más heterogénea.
Seria importante tener en cuenta que la planificación en nuestro modelo es algo reciente, pues en más de 700 años de historia profesional, hasta la publicación del Decreto de enero de 1941, en España, existía la libre apertura de oficinas de farmacia por el principio de libre concurrencia. La planificación es algo que aparece en nuestro modelo ante la necesidad de mantener un equilibrio financiero y para que la atención farmacéutica a la población sea de calidad, equilibrada y accesible a todos los ciudadanos.
Por tanto es muy difícil entender que algunas administraciones solo contemplen la posibilidad de abrir farmacias adjuntas en aquellos lugares donde, después de irse el farmacéutico, nadie quiera reemplazarle. Y que seguirán convocando nuevas aperturas en núcleos de escasa población, porque siempre habrá algún farmacéutico que quiera optar a ellas.
Este razonamiento es intrínsecamente perverso, porque aplican el principio de libre concurrencia para los mínimos y un criterio de planificación para los máximos, en Andalucía 2800 habitantes por botica para el criterio general y 1000 para los excepcionales.
Aplicar esos criterios pone en peligro la eficacia del sistema y castiga a las farmacias mas desfavorecidas en aras de una libertad que en otros casos no se aplica. Si el modelo español se caracteriza por su accesibilidad y permeabilidad, potenciar la apertura en situaciones de escasa o nula rentabilidad no defiende el modelo ni la calidad asistencial pues difícilmente se puede exigir unas prestaciones en situaciones de escasos ingresos.
Pero si queremos, si creemos todos, profesión, administración y sociedad, que la asistencia farmacéutica debe llegar a toda la población sin perdida de calidad, es necesario dar un paso al frente y exigir a los ayuntamientos y comunidades autónomas que compensen, que sostengan este tipo de farmacias. De igual manera que se subvencionan otros servicios, para evitar que los habitantes del medio rural no se sientan ciudadanos de segunda. Parece lo más adecuado, justo y equitativo, si la farmacia se considera un servicio esencial, que se compensara el esfuerzo de muchos farmacéuticos rurales que de esta manera podrían seguir dando servicios farmacéuticos de calidad aun en las poblaciones mas pequeñas.

FRANCISCO GONZALEZ LARA
Castillo de las Guardas (SEVILLA)
Publicado en CORREO FARMACÉUTICO Semana del 6 al 12 de Abril de 2009

jueves, 2 de abril de 2009

Algo se va moviendo

Saludos a todos, os adjunto carta del presidente del COF de Madrid en la que sugiere al presidente del CONGRAF (actualmente Pedro Capilla) la creación de una vocalía de farmacia rural a nivel de Consejo General. De la carta os extraigo la siguiente frase: "... Personalmente creo que puede ser un momento adecuado, fortaleciendo la defensa de nuestro modelo asistencial en el medio rural....." , así mismo, Alberto García Romero solicita debatir este punto en el próximo Pleno ó Consejo Interterritorial.
Una buena iniciativa que bien podría ser seguida por el resto de presidentes de COF de España.
Desde el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla................
Esta es la carta original,