miércoles, 18 de mayo de 2016

A VUELTAS CON LOS SERVICIOS PROFESIONALES




 En los últimos meses desde  CGCOF, COFs, etc.… se oye cada vez más hablar sobre Servicios Profesionales desde la Farmacia. Servicios profesionales que los farmacéuticos como profesionales de la salud altamente cualificados estamos preparados para dar, pero a mí este tema me plantea varias dudas, y no porque esté en desacuerdo con esta nueva “onda” que se le quiere dar a la farmacia profesional.

 Estos Servicios Profesionales debieran estar avalados por estudios que demuestren su Viabilidad, Universalidad y protejan el modelo español de farmacia. No debemos caer en el descuido de instaurar una cartera de servicios sin tener un análisis del protocolo del servicio profesional, de la oferta-demanda del mismo, del margen de beneficio, de quienes van a ser los beneficiarios del servicio, de diferenciar las características particulares de la población a la que van dirigidos, etc. Otro punto a tener en cuenta y definir sería quién debería abonarlo el usuario o la administración, a mi modo de ver debería ser la administración porque  así se aseguraría que el pago de la cartera de servicios fuese igual y equitativo para toda la red nacional de farmacia. 


 Pero mi mayor preocupación es la instauración de esta cartera de servicios en el mundo rural, en los municipios de menos de 500 habitantes, en esas poblaciones rurales donde residen 750000 personas, según datos del INE. En estos pueblos es dónde se concentran casi el 91% de las farmacias llamadas VEC (Viabilidad Económica Comprometida),  y me gustaría creer que una cartera de servicios sería suficiente para que los titulares de estas boticas estuviesen bien remunerados y las farmacias fuesen sostenibles, pero lamentablemente, en mi modesta opinión estos servicios no van a ser la solución para estas boticas, porque entre otros la escasa población es uno de los motivos por los que se encuentran en esta tesitura.  El pasado 18 de Mayo en la mesa redonda  “Conversaciones Sobre Botica”, SEFAR expuso que un incremento de medio punto en los recursos destinados a este 4,53% de farmacias, garantizaría universalidad y sostenibilidad del modelo y así seguir salvaguardando la capilaridad característica de la farmacia española, además la viabilidad de estas boticas y que sus titulares tuviesen una remuneración de acorde a su titulación, porque hoy por hoy la gran mayoría son menos que mileuristas. 


 En contra de lo que pudiese parecer no estoy en contra de la cartera de servicios, creo que puede ser una opción válida y factible, siempre que exista consenso y unión entre la profesión. Pero de lo que estoy a favor es que los farmacéuticos que son garantes de la capilaridad del modelo, esos pluriempleados que garantizan el servicio hasta el pueblo más recóndito, sean remunerados como cualquier farmacéutico de atención primaria, porque es justo para ellos y para la población que atienden,  porque es una solución asumible que garantiza el acceso universal a la prestación farmacéutica. 



 Este aumento al 1,5% de lo percibido por estas farmacias ¿Podría formar parte de la particular cartera de servicios para estas farmacias?




 Un saludo



 Elena Amaro López

viernes, 13 de mayo de 2016

Otra vez con la capilaridad

Buenas noches.


Esta semana me han comentado que no se que vicepresidente de un colegio de farmacéuticos de Castilla había hecho unas "desafortunadas" declaraciones. Se resumían esas declaraciones en que las farmacias no viables económicamente, casualmente abiertas mediante el real decreto 909/1978 de 14 de abril, lo mejor que podían hacer era cerrar.



Pues si, lo que usted diga señor vicepresidente, hasta ahí podíamos llegar.



O sea, que todas las políticas derivadas de la ley para desarrollo sostenible del medio rural, ley 45/2007, 13 de diciembre, en lo referente a la fijación de la población en el medio rural, la necesidad de servicios para su salud y, concretamente, la prestación sanitaria farmacéutica, esas, nos las saltamos. Claro, faltaría más, ¡el medio rural sólo sirve para hacer turismo los fines de semana y puentes de guardar!



Esta misma tarde, buscando un artículo, me he topado con la tesis doctoral de D. José Enrique Hours antiguo presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Tesis dirigida por la prestigiosa Catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, Doña Mª del Carmen Francés Casaupé. Y, como no podía ser de otra manera, hace referencia a la capilaridad del modelo español de farmacia calificándola de activo. Y no como cualquier activo, sino como el primero de los cuatro principales: gran capilaridad de la red, calidad del servicio, moderación de precios respecto a otros países y posibilidades de control del incremento del gasto farmacéutico si se optara por políticas más racionales.



Bien, pues a mi se me ocurre pensar que si cerraran unas 800 oficinas de farmacia en núcleos superpoblados: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza o Málaga, cualitativamente, la gran capilaridad del modelo español de farmacia no se vería afectada. Pero si cerraran esas más de 800 farmacias, que actualmente se encuentran en una situación de viabilidad económica comprometida, sí se vería cualitativamente afectada la capilaridad. Es más, dejaría de tener sentido un modelo regulado mediante módulos poblacionales.



En resumen, la cuestión que se ha de resolver es la remuneración de las oficinas de farmacias de los núcleos pequeños de población que, ni siquiera, llegan a ganar lo que un adjunto de una oficina de farmacia y, en muchas de ellas, no se alcanza el salario mínimo interprofesional. 



Desde mi humilde opinión, un farmacéutico que ejerce en una oficina de farmacia -no olvidemos que somos subcontratas del servicio publico de prestación farmacéutica o establecimientos privados de interés público concertados con la administración en régimen de colaboración pública-privada, según se prefiera- ha de ser retribuido como cualquiera que realice una labor similar dentro de la administración.



¿Continuará?



Gracias, de nuevo, y un saludo,




Andrés C. Reviriego.

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