martes, 11 de junio de 2019

DESDE LA ATALAYA DEL CASTILLO

DE SUBASTAS Y OTRAS  ZARANDAJAS

El estudio de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre medicamentos dispensados a través de receta médica ya es público. Como se sabe, la Airef ha planteado una subasta nacional, teniendo en cuenta el ejemplo andaluz y que la actual ministra Hacienda, María Jesús Montero, fue la principal impulsora de esta medida en Andalucía. No es descartable que en la presente legislatura se implante este modelo de subastas a nivel nacional, aunque todavía está por definir en qué forma se hará.

La implantación de un sistema de subastas a nivel nacional llevara a un deterioro de la economía de las farmacias, especialmente de las más vulnerables, como son muchas farmacias rurales, y al incremento de las farmacias VEC.

Ante este panorama se plantean varios escenarios para la profesión:

1º/ La profesión sigue lamentando las medidas tomadas, pero no propone ninguna alternativa viable, con lo cual se incrementa el número de farmacias VEC y sobre todo cerraran muchas farmacias en el mundo rural. Si ellos mismos reconocen que uno de los pilares del actual modelo es la capilaridad y esta se basa en las farmacias rurales, el cierre de farmacias en el  mundo rural, pondrá en entredicho es actual modelo, dando argumentos a aquellos que quieren terminar con el modelo regulado. Entonces perderemos todos, porque en el horizonte aparecerá una desregulación y una liberalización del modelo.

2º/ Es la propia administración la que toma medidas para evitar el impacto negativo en las farmacias más vulnerables.

En el informe Spending Review: gasto público en España en medicamentos sujetos a prescripción propone al Gobierno el pago por servicios para evitar más farmacias VEC y concretamente  de “adaptación del modelo de remuneración  de las farmacias a los servicios sanitarios de valor añadido” porque lógicamente toda medida que afecte a los ingresos de las farmacias afectara a sus ingresos comprometiendo su viabilidad económica. Por tanto se propone un cambio de modelo retributivo, que permita ingresos adicionales a estas farmacias, que compensen la pérdida de ingresos y que estas farmacias se conviertan en centros donde se promueva la adherencia y el seguimiento farmacoterapeutico.

Este cambio de paradigma, tendrá consecuencias importantes para la profesión, si nuestros dirigentes no aceptan este cambio de modelo retributivo, como han estado haciendo hasta ahora, no dudo que muchas farmacias, especialmente rurales, que son las que su continuidad preocupa a la administración, aceptaran esta propuesta y de facto ocurrirá algo que nuestros representantes han temido durante años, una concertación selectiva.

Si hasta ahora, nuestros representantes han estado utilizando a estas farmacias, que son esenciales para la población, en sus negociaciones con la administración, se quedarían sin una de sus bazas principales y en una posición de debilidad extrema. Pero no por abandono de las farmacias rurales a la profesión, sino por el abandono que estas  han sufrido durante años por parte de la misma.

3º/ La profesión y sus dirigentes toman conciencia de la situación, de la importancia para el modelo de muchas farmacias rurales y toman medidas inmediatas para la sostenibilidad de las mismas. Y no por un gesto de generosidad, sino porque estas farmacias son uno de los pilares del actual modelo regulado, del que se benefician no precisamente estas farmacias rurales.

De lo que deben ser consciente aquellos que están en Colegios, Consejos Autonómicos y Nacional, que el tiempo de buenas palabras se terminó, que ya no pueden aplazar más las decisiones, que es el  momento de actuar y encontrar soluciones para estas farmacias, que estamos en un punto de no retorno. Ellos que llevan muchos años en los cargos que escojan la solución que mejor les parezca, la administración y la farmacia rural tienen claro cuál es su camino. Después no habrá lugar para lamentaciones. 

Francisco González Lara