DE
SUBASTAS Y OTRAS ZARANDAJAS
El estudio de la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre medicamentos
dispensados a través de receta médica ya es público. Como se sabe, la Airef ha
planteado una subasta nacional, teniendo en cuenta el ejemplo andaluz y que la
actual ministra Hacienda, María Jesús Montero, fue la principal impulsora de
esta medida en Andalucía. No es descartable que en la presente legislatura se
implante este modelo de subastas a nivel nacional, aunque todavía está por
definir en qué forma se hará.
La implantación de un
sistema de subastas a nivel nacional llevara a un deterioro de la economía de
las farmacias, especialmente de las más vulnerables, como son muchas farmacias
rurales, y al incremento de las farmacias VEC.
Ante este panorama se
plantean varios escenarios para la profesión:
1º/ La profesión sigue
lamentando las medidas tomadas, pero no propone ninguna alternativa viable, con
lo cual se incrementa el número de farmacias VEC y sobre todo cerraran muchas
farmacias en el mundo rural. Si ellos mismos reconocen que uno de los pilares
del actual modelo es la capilaridad y esta se basa en las farmacias rurales, el
cierre de farmacias en el mundo rural,
pondrá en entredicho es actual modelo, dando argumentos a aquellos que quieren
terminar con el modelo regulado. Entonces perderemos todos, porque en el
horizonte aparecerá una desregulación y una liberalización del modelo.
2º/ Es la propia
administración la que toma medidas para evitar el impacto negativo en las
farmacias más vulnerables.
En el informe Spending Review: gasto público en España en
medicamentos sujetos a prescripción propone al Gobierno el pago por
servicios para evitar más farmacias VEC y concretamente de “adaptación del modelo de
remuneración de las farmacias a los
servicios sanitarios de valor añadido” porque lógicamente toda medida que
afecte a los ingresos de las farmacias afectara a sus ingresos comprometiendo
su viabilidad económica. Por tanto se propone un cambio de modelo retributivo,
que permita ingresos adicionales a estas farmacias, que compensen la pérdida de
ingresos y que estas farmacias se conviertan en centros donde se promueva la adherencia
y el seguimiento farmacoterapeutico.
Este cambio de
paradigma, tendrá consecuencias importantes para la profesión, si nuestros
dirigentes no aceptan este cambio de modelo retributivo, como han estado
haciendo hasta ahora, no dudo que muchas farmacias, especialmente rurales, que
son las que su continuidad preocupa a la administración, aceptaran esta
propuesta y de facto ocurrirá algo que nuestros representantes han temido
durante años, una concertación selectiva.
Si hasta ahora,
nuestros representantes han estado utilizando a estas farmacias, que son
esenciales para la población, en sus negociaciones con la administración, se
quedarían sin una de sus bazas principales y en una posición de debilidad
extrema. Pero no por abandono de las farmacias rurales a la profesión, sino por
el abandono que estas han sufrido
durante años por parte de la misma.
3º/ La profesión y sus
dirigentes toman conciencia de la situación, de la importancia para el modelo
de muchas farmacias rurales y toman medidas inmediatas para la sostenibilidad de
las mismas. Y no por un gesto de generosidad, sino porque estas farmacias son
uno de los pilares del actual modelo regulado, del que se benefician no
precisamente estas farmacias rurales.
De lo que deben ser
consciente aquellos que están en Colegios, Consejos Autonómicos y Nacional, que
el tiempo de buenas palabras se terminó, que ya no pueden aplazar más las
decisiones, que es el momento de actuar
y encontrar soluciones para estas farmacias, que estamos en un punto de no
retorno. Ellos que llevan muchos años en los cargos que escojan la solución que
mejor les parezca, la administración y la farmacia rural tienen claro cuál es
su camino. Después no habrá lugar para lamentaciones.
Francisco González Lara
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