lunes, 26 de enero de 2009

MADRID. El COFM reconoce la contribución de la Farmacia Rural al proceso de reconocimiento del modelo español de Farmacia en Europa

Diario Farmacéutico, 26-01-2009
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), al igual que el conjunto de las corporaciones farmacéuticas y asociaciones farmacéuticas españolas, se ha felicitado por las conclusiones del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Ives Bot, en las que ha señalado que las restricciones a la libertad de establecimiento de farmacias recogidas en las normativas de Italia y Alemania, están justificadas como salvaguarda del nivel de salud pública que pretenden asegurar dichos Estados miembros y amparadas expresamente por el artículo 152, apartado 5, del Tratado de la Unión. Consideraciones que pueden ser aplicables al caso español. El COFM entiende que algunas instituciones europeas están empezando a conocer, entender y valorar las ventajas del modelo de Farmacia planificada frente a las opciones hiperliberalizadoras y, en este punto, en el que desde luego hay que seguir trabajando por despejar cualquier duda sobre la viabilidad del modelo en todos los ámbitos, es la ocasión, asimismo, para hacer un reconocimiento expreso a la contribución de la Farmacia Rural como paradigma de la capilaridad que puede alcanzarse con un modelo planificado.
Según María Isabel Enríquez Ascarza, vocal de Farmacia Rural de la Junta de Gobierno del COFM: "La Farmacia Rural española se ha convertido en el estandarte del modelo planificado, puesto que incluso entre los países con los que compartimos ese modelo el caso español es el único que llega a establecer oficinas de farmacia en pueblos de 100 habitantes". Desde el punto de vista del COFM, cuando con respecto a la libertad de establecimiento consagrada en el artículo 43 del Tratado de la Unión, Ives Bot explica que aprecia "proporcionalidad en la restricción a este derecho general cuando en el ámbito de la salud pública el Estado miembro decide el nivel de protección de la salud que pretende asegurar y de qué manera debe alcanzarse", está sustentando el principio por el que en España las farmacias forman parte del Sistema Nacional de Salud con el objetivo de garantizar el acceso a los medicamentos y a la labor de control, información y asesoramiento que proporcionan los farmacéuticos. Al recaer, en el caso español, la planificación farmacéutica en las Comunidades Autónomas (que son Estado) éstas buscan, por delante de cualquier otra consideración, la equidad en el acceso al servicio farmacéutico y, evidentemente, las farmacias rurales son las que hacen posible el cumplimiento de la misma en las condiciones más difíciles de dispersión y escasez de población. En España el 30 por ciento de las oficinas de farmacia son rurales, y aunque en la Comunidad de Madrid, con 80 farmacias rurales de un total de 2.800 estamos lejos de esa media, si tenemos, en pueblos de la Sierra Norte, algunos de los ejemplos más extremos.
El informe de Ives Bot también hizo hincapié en otro aspecto que afecta al modelo de Farmacia español como es el del binomio titularidad-propiedad de la oficina de farmacia.Según detalla en sus conclusiones: Un farmacéutico que tenga el pleno control de su farmacia puede, por ello, "ejercer su profesión con la independencia que caracteriza a las profesiones liberales, siendo a la vez un empresario cercano a las realidades económicas vinculadas a la gestión de su farmacia y un profesional sanitario, que cuida de equilibrar los imperativos económicos con las consideraciones de la salud pública, lo que le distingue de un puro inversor". Por este motivo, concluye que la reserva de la propiedad y la explotación de farmacias exclusivamente a los farmacéuticos "no va más allá de lo necesario para garantizar un nivel elevado de protección de la salud pública". La farmacia rural nuevamente es un paradigma del modelo español, dado que en aquellos países en los que la propiedad de la farmacia no está ligada a la titularidad y constituyen un negocio inversor más, los núcleos rurales alejados y poco poblados carecen de farmacias por su escasa rentabilidad. De hecho, puede comprobarse en otros servicios liberalizados en España como las gasolineras o los bancos. Hay muchas pequeñas localidades que no disponen de gasolinera, ni de sucursales bancarias, pero si tienen farmacias. Una farmacia que, por otra parte, son los únicos establecimientos entre los sanitarios que mantienen un servicio de guardias para ofrecer al entorno un servicio de 24 horas sin que el ciudadano, ni la Comunidad Autónoma tengan que hacer ningún desembolso.
El COFM quiere llamar la atención sobre la contribución de la Farmacia Rural, no sólo con respecto a la defensa del modelo español de Farmacia ante las demandas liberalizadoras de la Comisión Europea, sino con relación al conjunto de la sociedad española a la que posibilita la equidad en el acceso a las oficinas de farmacia en condiciones de equidad de servicio y precios. Hay que advertir, no obstante, que esta contribución comporta un importante nivel de esfuerzo y sacrificio y que resultaría de toda justicia que esto fuera reconocido por las Comunidades Autónomas, como autoridades planificadoras, y se buscara, no se quiere desde el COFM avanzar ni prejuzgar ninguna opción, alguna línea de compensación.

viernes, 2 de enero de 2009

UN AÑO MAS

Esperemos que este año que comenzamos no sea unos años mas para la farmacia rural, las noticias que nos llegan de Europa, permiten ser más optimistas. Si como todos los indicios apuntan, la presión que viene de Europa disminuye, la farmacia española no tendrá excusa para volcarse en solucionar las contradicciones de nuestro modelo, que por muy bueno que sea, es manifiestamente mejorable. La farmacia rural no puede dejar pasar la oportunidad de hacer ver la falta de equidad que presenta para un colectivo importante de farmacéuticos el modelo actual, y por poco equitativo injusto. Es hora de presentar a la profesión, la administración y a la sociedad la situación en la que trabajan un buen numero de compañeros y empezar ha plantear sin miedos ni reservas la necesidad de una justa compensación para ellos.
Francisco Glez. Lara