lunes, 10 de septiembre de 2012

POR SI ALGUIEN LO DUDA



Por si alguien lo duda:


Todas las farmacias sufrirán el problema, pero la situación se agravara especialmente en dos tipos de farmacias:
  1. Las que a raíz de la burbuja del medicamento (que la hubo, crecimientos anuales del 10%) pagaron un alto precio por el traspaso.
  2. Las pequeñas rurales.
Las pequeñas rurales por tres factores que repercuten sobre su viabilidad, el resto de farmacia dos:
  • El copago o repago, como dicen algunos, ha bajado el gasto, pero es un sesgo cuantificable ya que bajara y se estabilizara y posiblemente en los próximos años veamos un repunte en el numero de recetas dispensadas debido a criterios demográficos propios de nuestro país.
  • Las bajadas del precio de las medicinas, sesgo a día de hoy incuantificable (algún laboratorio dice que tiene capacidad de bajarlo un 40% http://www.elglobal.net/articulo.aspx?idart=663094&idcat=784&tipo=2 ), con un 70% de cuotas de genéricos y aumentado de las moléculas en esta situación, este será el mayor problemas al que se enfrenta la economía de la farmacia.
  • Un problema propio de la pequeña rural, es el despoblamiento del medio rural, la farmacia tiene un numero limitado de pacientes, cuando alguno fallece no existe relevo del mismo, lo cual merma los ingresos de las farmacias por una perdida de clientes que no son reemplazables.
Como es lógico las pequeñas farmacias tienen a día de hoy unos ingresos que como consecuencia de estos factores decaerán, pero el problema esta que la pequeña farmacia “ no tiene un colchón suficiente para amortiguar este descenso de su facturación”, hay farmacias que podrían aguantar una caída de ingresos del 50%, que sin duda mermarían su economía, pero en ningún caso pasarían a un situación del indigencia económica, ¿ Alguien duda que con bajadas de los ingresos producidos por estos tres factores muchas pequeñas farmacias serán abocadas a una situación clara y real de indigencia económica.?
Que solución se propone:
  1. Mirar para otro lado, asumir y justificar la desaparición o la indigencia económica de los profesionales que ejercen en ellas de estas farmacias por inviabilidad. Crear un nuevo sistema de planificación asimétrica, que justifique la misma regidos por criterios económicos y no sanitarios, solamente donde sea rentable podrá existir una farmacia. Esta solución sencilla y clara y regida por planteamientos economicistas, no solo adolece de insolidaridad si no que además “es una autentica bomba de relojería” que puede dinamitar el actual sistema planificado, ya que regir la planificación ateniéndose a criterios puramente económicos será una argumentación difícil sostener.
  2. Crear un sistema subvencionado para este tipo de farmacias. Tiene sus pros y sus contras. Por una parte se dignifica la labor profesional, dota al profesional de unos ingresos mínimos y amortigua en parte el descenso en los ingresos de las farmacias motivados por los tres factores anteriormente analizados. Pero el que vive subvencionado siempre esta expuesto a que el poder político derogue las mismas y volver a la situación anterior de indigencia; aparte si esta no esta claramente delimitada en su cuantías pueden retornarse insuficiente y claramente simbólicas, y también establece cual debe ser la remuneración de un farmacéutico comunitario pudiendo pasar fácilmente de un criterio de remuneración mínima o otro de remuneración máxima para todos los farmacéuticos comunitarios.
  3. Crear una cartera de servicios, remunerados por el paciente, que amortigüen o compensen en parte los descensos derivados de las bajadas de precio de las medicinas y por allende del margen. Esta solución cargada de mas bien de buenas intenciones, solamente será valida para farmacias con emplazamientos privilegiados, bien por el numero de clientes o por las condiciones económicas de los mismos, farmacias que seguramente no apliquen estos servicios en pro de un aumento de los ingresos que amortigüen la bajada de rentabilidad de la farmacias, ya que su economía global no se vera comprometida, si realizan este tipo de servicios atenderá más a criterios de prestigio profesional que a criterios economicistas. En definitiva no será necesario su aplicación para dotar a la farmacia de la estabilidad económica que su quehacer diario requiere. En otro tipo de farmacia y por supuesto las pequeñas rurales esta solución sencillamente es quimérica  y se tornara imposible su aplicación  por las características tanto demográficas como socio económicas de la población atendida por estas boticas. Es totalmente imposible e irreal que unos servicios añadidos compensen las caídas derivadas del margen, por lo menos en las farmacias que más sufrirán las bajadas de sus ingresos y su rentabilidad.
  4. Modificar el actual sistema retributivo de las farmacias, en la línea de lo realizado en países de nuestro entorno, como Francia, Bélgica y Alemania que desligue los ingresos de las farmacias del precio de las medicinas. Desde la lógica y a raíz de los acontecimientos es una alternativa que debiera plantearse en nuestro país, ya que dotaría a la farmacia de una estabilidad económica de la cual carece hoy día, y que se vera agravada en un futuro inmediato y además fortalecería el actual sistema planificado ya que al no derivarse del margen los ingresos de las farmacias dificultaría la entrada de terceros actores. Pero una modificación del actual sistema retributivo, es un cambio de tal calado que crea muchas reticencias dentro de la misma profesión. Primero un número considerable de farmacéuticos se siente “muy a gusto” con el actual sistema de margen, son conscientes de la bajada del precio de los medicamentos, pero disponen de la solvencia económica suficiente para aguantar tal envite y no están dispuesto a afrontar ningún cambio al respecto, otros por inconciencia piensan que la situación se retornara positiva y que los tiempos del crecimiento vendrán con lo cual no es necesario modificar nada, otros aunque conscientes de la grave situación económica de la farmacia  y el agravio de la misma en los próximos años creen que modificar el actual sistema retributivo, es  castrarlos de una esencia de su profesión que es ser empresarios y funcionarízalos en cierta medida. Y otros en cambio piensa que la modificación traería estabilidad  económica a todo el sector, en absoluto funcionarizaría al farmacéutico si no mas bien aumentaría la profesionalidad del mismo a no estar sujeto el consejo farmacéutico a la variante del precio. Nos encontramos en una autentica encrucijada y debemos platearnos que queremos si apostar por el margen o por la capilaridad actual ya que apostar por mantener los dos  sistemas se tornara sencillamente imposible.

A día de hoy como nos encontramos, entre la opción dos que es el de la subvención simbólica en términos económicos,  a las farmacias mas necesitadas, que han aplicado algunas autonomías y la opción primera; La inacción, dejar que el mercado “limpie” de farmacias pobres el territorio nacional, por cierto la primera acción concatena a la segunda ya que al ser las cuantías económicas asignadas simbólicas y testimoniales condenaran irremediablemente las farmacias más necesitadas a las desaparición o como mal menor a la indigencia económica. Las otras dos, servicios añadidos y modificación del actual sistema retributivo, a día de hoy son meros debates de salón.

No hay comentarios: