miércoles, 16 de julio de 2008

Artículo publicado en FARMAPRESS. Marzo 2008.nº71
Autor: Francisco González Lara
VOLUNTARIADO DE APOYO A LA FARMACIA RURAL

Estimado Amigo y compañero Pedro Capilla:

Tuve el placer de escuchar tu intervención en las Jornadas sobre la Ley de Farmacia de Andalucía, organizadas por el Colegio de Huelva. En el marco de la misma, nos informaste detalladamente de todo lo referente al Dictamen Motivado, que como espada de Damocles, pende sobre nuestra profesión. Como siempre tu intervención fue impecable, vehemente y convencida en la defensa de las bondades del modelo mediterráneo de farmacia.
Volviste a explicar que entre las ventajas del mismo, esta la permeabilidad que ofrece, teniendo el 99,6% de la población española una farmacia en su lugar de residencia. Esto es posible, gracias al enorme incremento que ha tenido la farmacia rural en nuestro país. A partir del año 1978 se establece como regla general de planificación criterios geográficos y demográficos independientemente del numero de habitantes que tenga el municipio, esto llevo a que la mayoría de las nuevas aperturas se realizaran en el medio rural, de cada cuatro farmacias abiertas desde entonces tres lo fueron en el medio rural.
Esta nueva normativa, como bien sabes, llevo a que se abrieran farmacias en municipios con un número de habitantes muy reducido, que hasta entonces no habían tenido farmacia. En tu brillante intervención, señalaste que España es de los pocos países europeos en los que cuentan con farmacia 2194 municipios con menos de 1000 habitantes, de los que unos 1000 tiene incluso menos de 500 habitantes. No hace falta que te diga, el sacrificio personal y profesional que para estos compañeros supone el trabajo en el medio rural.
Este sacrificio lo reconocen hasta los enemigos de nuestro modelo, pues en el informe Ecorys, se admite que las medidas liberalizadoras, pueden provocar efectos adversos a las oficinas de farmacia establecidas en áreas rurales, por ser las menos rentables, y propone medidas de compensación.
En tu intervención te mostraste en desacuerdo con estas medidas compensatorias, y perdona, pero con esto no puedo estar de acuerdo, creo que el conjunto de la profesión debe plantearse la necesidad de habilitar ciertas medidas compensatorias para estas farmacias rurales, sobre todo para las más desfavorecidas, si de verdad son unos de los puntales del sistema.
Y porque pienso, que en la práctica se desconoce las condiciones de trabajo en estas pequeñas farmacias rurales, propondría la creación de un Voluntariado de Apoyo a la Farmacia Rural. Consistiría en que dada la imposibilidad de encontrar sustitutos para tomarse unas pequeñas vacaciones, y encontramos compañeros que llevan diez, quince o mas años sin poder disfrutarlas, sean compañeros voluntarios los que dediquen algunos días al año para ejercer de sustitutos, este voluntariado permitiría que estos compañeros conocieran de primera mano la problemática de la farmacia rural, por lo que animo a los que se encuentran en puestos de responsabilidad en los Colegios Provinciales, en los Consejos Autonómicos, en el Consejo General, y también seria interesante que compañeros con farmacias de 24 o 12 horas se animasen a participar en este voluntariado.
Estoy seguro, que después de estar algunos días trabajando en la farmacia rural, su visión de la misma cambiaria, y entenderían perfectamente la necesidad de estas medidas compensatorias, sin necesidad de más explicaciones o razonamientos.
Se que tu inteligencia y sentido del humor harán que distingas el fondo de la forma de esta carta, la ironía es el disfraz tras el que se oculta el desanimo y el abatimiento de un boticario rural. Te animo a seguir defendiendo nuestro modelo, para lo que cuentas con mi máximo apoyo.

Recibe un afectuoso saludo de tu compañero, Francisco Glez. Lara.

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