Abrazos,
Javier
Servicios añadidos: Crónica de un fracaso
Ciclópeos nubarrones se ciernen sobre la
farmacia española, los tiempos de los alisios son mas bien ya bucólicas
ensoñaciones de un tiempo ya pasado, que nunca más volverá.
Pero los chamanes de la farmacia, los
druidas del botamen, están obcecados en la dispersión de los oscuros, tenebrosos
e inquietantes cúmulos enfurecidos, que como niebla satánica invidencia a la
farmacia española.
Pero nuestros chamanes han orado, han
meditado, han ritualizado, y han aservado que el Sol resplandecerá y
que la plenitud de las antiguas lejanas épocas ya casi bucólicas volverá
a instaurarse sobre la tierra del Botamen.
Para ello en una obcecación pseudo
paranoica, han tratado de modificar
la realidad o la percepción de la misma, atrayéndonos hacia una falsa luminaria,
hacia la que todos o muchos hemos sido
engullidos victimas de la más vil ensoñación.
Y cual, es esa falsa luminaria cargada de
ensoñación, que mitigara y apaciguara a nuestras oníricas pesadillas. Sin duda
es la implantación de los servicios añadidos en las oficinas de farmacias,
servicios añadidos remunerados por la administración o por el paciente o por
ambos. Servicios añadidos que compensaran la pérdida de rentabilidad de las
farmacias españolas dicen los máximos expertos de la farmacia
española.
Primero quiero manifestar que no estoy en
contra de la instauración de los servicios añadidos en las farmacias, mas bien
todo lo contrario, estos servicios deberían haber sido instaurados hace décadas,
protocolizados y reglamentados, con valoraciones periódicas tanto en su finalidad como en sus
resultados y su beneficio para la salud y bienestar de las poblaciones
atendidas.
Una cosa es los servicios añadidos,
doten, afiancen y consoliden a la farmacia como un establecimiento social y
sanitario de primero índole, pero otro cosa es ensoñar que los servicios
añadidos servirán para paliar la grave situación económica a la que se vera
abocada la farmacia española.
La política de precios de los fármacos no
sujetos a patente, con clara tendencia bajista y en algunos casos consolidándose
en esperpénticos precios, así como la poca capacidad de los nuevos fármacos
innovadores para compensar esta depreciación, añadido a las políticas de
contención de la prescripción farmacéutica tanto en precio como en volumen.
Conducirán en un medio plazo al colapso económico del sistema farmacéutico
Español.
Esperar que unos servicios añadidos,
compensen estas depreciaciones no solo es una autentica ensoñación es una
autentica aberración. También la implementación de servicios añadidos me crea
ciertas dudas:
1.
La implantación de los servicios añadidos, acarreara ciertos inputs
para la farmacia, tanto de personal como materiales, que en algunos casos ni
compensaran los gastos derivados de la misma de los ingresos obtenidos, y en
otros casos se deberá ofertarse a un precio que resultara disuasorio, cuanto no
contraproducente para el prestigio de la farmacia. No hemos preguntado que
ocurrirá si ciertas farmacias con altos ingresos deciden ofertar los servicios
sin coste.
2.
Muchos de los servicios añadidos, ya se prestan en los centros de
salud, estará dispuesto el paciente y la administración a abonar por un servicio
que reciben sin coste o que en el caso de la administración ya los tiene
consolidados.
3.
Tendrán todas las farmacias la misma capacidad para ofrecer estos
servicios o existirán farmacias de primera y de segunda.
4.
En la actual coyuntura económica que pacientes estarán dispuestos a
abonar por un servicio añadido, solamente las farmacias ubicadas en poblaciones
de alto nivel adquisitivo podrán ofertarlos y estos serán demandados y en resto
de poblaciones la demanda de no ser nula será simbólica. Y la administración que
cierra camas hospitalarias y servicios de urgencia,… colapsada por la deriva
económica, estará dispuesta a pagar por una corcentación de estos servicios.
Vuelvo a reiterar, si a los servicios
añadidos, pero que no nos confundan,
que no actúen como trileros en el Retiro de Madrid o por las ramblas de
la ciudad condal, los servicios añadidos nunca compensaran y ni incluso llegaran
a paliar el descenso de la rentabilidad de la farmacia derivada de la bajada del
precio de los medicamentos.
Ni es la solución ni es la panacea, mas
bien parece una cortina de humo para entretener al personal, o una esperanza de
vida para un enfermo terminal que necesita de otras soluciones y
tratamientos.
La razón de ser de la farmacia y del
farmacéutico es el medicamento, hasta la fecha el honorario profesional se
derivaba del margen obtenido sobre el producto, hemos llegado hasta el
esperpento que es más importante el valor del producto que labor profesional, y
ahora que el valor del producto tienden a un valor cercano al cero, que ocurre,
nos damos cuenta que lo verdaderamente importante es la labor profesional, que
el precio del medicamento es secundario, el honorario profesional del cual
dependen los ingresos de la farmacia, tal y como esta planteado hoy día,
colapsara el sistema y esta es la autentica realidad, lo demás cortinas humo, y
devaneos de druidas ensimismados ajenos y distantes de la realidad, o lo que es
peor conociendo la misma actúan a sabiendas tratando de obstaculizar cualquier
cambio o atisbo de mismo del actual sistema retributivo basado en el
margen.
Margen mas servicio añadidos, es la
solución. Pero de verdad hemos recapacitado sobre lo que estamos diciendo.
Acordaos de la fábula de la fuente y el loco, todos estaban locos por beber agua
de la fuente, solo quedaba un cuerdo pero ahora él era el Loco, y acabo bebiendo
para ser normal, aunque la normalidad era la locura, yo me niego a beber el agua
de la panacea servicio añadido.
PACO
GUARDIA
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