lunes, 21 de enero de 2019

DESDE LA ATALAYA DEL CASTILLO


IN MEMORIA

Hoy desde mi atalaya todo lo veo turbio, la vista nublada el alma rota, por un amigo que nos falta.

Ha fallecido Francisco Javier Guerrero, farmacéutico del pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla, compañero, amigo y referente de la farmacia rural en España, no te rías Javi ya sé que cuando  te lo decía  lo tomabas a broma, cuanto echaré en falta esas risas, esa forma tuya de no darle importancia a tu labor al frente de la sociedad que un grupo de amigos, de ilusos, de visionarios creamos y de la que  fuiste cabeza, líder y motor.

Pero no quiero hacer un panegírico o una elegía de tu labor en SEFAR, que ha sido mucha y seguro que otros glosaran, incluso aquellos que te pusieron alguna piedrecita en tu camino.

Quiero hablar de Javi, esa persona con la que compartí muchas horas de charla, en los viajes que compartimos, o por teléfono en esas tardes pedidas en una farmacia que prácticamente no visitaba nadie.

Me fascinaba su capacidad para ganarse a las personas, con su bondad, con su sencillez, con esa mirada limpia que transmitía toda su bonhomía, porque Javi era una buena persona, pero en el sentido literal de la palabra, bueno por naturaleza sin esfuerzo sin doblez y esa bondad desarmaba a muchos de sus interlocutores, que después de una charla con el quedaban como amigos y aliados de su causa.

Marido y padre entregado, cuantas veces le comente que admiraba ese amor sin resquicio alguno que profesaba por su pareja, por su Cristi, por su hijo, por su familia, cuantas ilusiones, cuantos proyectos truncados, por una muerte prematura, la muerte nunca es justa pero en algunos casos no es justificable, aunque tu ejemplo de luchador infatigable que no se arredraba ante ningún obstáculo servirá a los tuyos para seguir adelante.

Amigo, quiero quedarme con esa sonrisa, con esa mirada limpia y recordarte desde este rincón que compartimos tantos años. Ya no veremos pasar las borregas por tu puerta. Gracias por tu amistad, por lo que me has enseñado y por hacerme mejor persona con tu entrañable ejemplo. Hasta siempre desde la Atalaya.

 Paco Glez. Lara

3 comentarios:

Marialuisa A L dijo...

Precioso, tanto como triste...

Nuwanda dijo...

De las pocas personas que dejan un recuerdo imborrable de su paso por este mundo. Una enorme suerte y un privilegio haberlo conocido.

cristobal cabrera dijo...

Todos los rurales nos sentimos hoy huérfanos pero la labor que Javier inició con tanto acierto debe seguir adelante, se lo debemos. Descansa en paz Javier