Este blog nace con la esperanza de que llegue a ser un nexo de unión entre los grandes olvidados y auténticos garantes del actual sistema farmacéutico: los farmacéuticos rurales. En él, se colgarán noticias relacionadas con el mundo de la farmacia rural, y me agradaría que os animárais a compartir ideas. Vuestra opinión es muy importante.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Conectados (Nicholas A. Christakis, James H. Fowler)
Me ha parecido interesante, hago un breve resumen, mezcla de mis palabras y de los autores, de lo que a mi me ha llamado más la atención:
“Las redes sociales influyen en todo, desde las emociones a la salud o la política” hasta la elección de pareja.
Todos formamos parte de una red social, de nuestra familia, vecinos, compañeros... y con las nuevas tecnologías formamos parte de redes de una amplitud sin precedentes. Hay diferentes estructuras de red que determinan sus características. Según la red y nuestra posición dentro de ella tendrá unos efectos sobre nosotros. Un ejemplo que nos ponen es que, según nuestra posición, tendremos acceso a más o menos información pero también a padecer o no, ciertas enfermedades.
Las personas que tenemos alrededor nos influyen, pero también los amigos de nuestros amigos. Esto influye en nuestras decisiones, en nuestro estado de ánimo, incluso en sentirnos más o menos felices. Esto es debido a que al ser seres sociales estamos de forma innata programados para imitar o ser influidos por los demás.
Por las redes se propaga de todo, desde dejar de fumar, ponerse a dieta, el dolor de espalda hasta votar en las elecciones o el suicidio. Aquí destacan la importancia de cómo presentan en los medios de comunicación determinadas noticias.
Esto también explica los pánicos bancarios. O como la valoración sobre algo de una persona influye en las valoraciones que hagan los demás.
Lo que más se contagia en las redes es la “norma, que es una expectativa compartida de lo que resulta apropiado”. Hay que tener muy presente que “las redes pueden magnificar cualquier cosa que introduzcamos en ella” por lo que es necesaria una gran responsabilidad.
Los autores nos explican que una acción utilizando la ciencia de las redes es 700 veces más eficaz.
La felicidad también se contagia, aunque hay actividades que pueden ayudar a ser más feliz como esforzarnos para lograr una meta que tenga sentido para nosotros, ser más amables con los demás o vivir cerca del trabajo. Quererse y apoyarse mutuamente en la pareja produce efectos biológicos y psicológicos positivos.
Si un numero suficiente de gente se cree algo, ese algo por efecto de las redes se convierte en la verdad, lo sea o no. Y hay que tener en cuenta que “no todas estas personas son bienintencionadas, y no todas las conexiones son positivas”.
Las redes pueden servir como conducto desde patógenos o el pánico, la violencia, el fascismo o incluso las acusaciones de brujería”. Pero también para contagiar el altruismo y sus beneficios. Cuando una persona ha sido bien tratada por otra, tiende a tratar bien a los demás en el futuro.
Desde la perspectiva social, el leguaje y la mayor capacidad cognitiva se desarrollarían “para satisfacer las exigencias de un entorno social complejo”
Desde el punto de vista evolutivo “mostrar esas emociones y la capacidad para leer las emociones de los demás contribuirían a coordinar la actividad grupal por 3 medios: facilitar los vínculos interpersonales, sincronizar las conductas y comunicar información”. Esto es fundamental porque los equipos tienen más éxito que el individuo aislado.
A veces los mundos virtuales, el uso de “avatares” (personajes virtuales) pueden ayudarnos a solventar problemas en la vida real.
Imagen tomada de http://www.editorialtaurus.com/uploads/imagenes/libro/portada/201004/portada-conectados.jpg
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