lunes, 4 de mayo de 2009

TODO TIENE SOLUCIÓN MENOS LA MUERTE (Artículo Original)

Les llaman refranes ó dichos populares, esas frases hechas que forman el acervo cultural de los habitantes de los pueblos, atesorando en ellas siglos de vivencias y experiencia y que se transmiten de forma oral desde hace mucho, desde siempre,… siguiendo el mismo ritual, pasando de padres a hijos, nietos,… un compendio de sabiduría acumulada, al igual que los viejos arcones de madera guardan los antiguos bordados de la abuela y las sábanas de hilo compradas con tanto esfuerzo por la bisabuela.
Quizás porque mis padres son los dos “de pueblo”, y a pesar que yo he nacido y me he criado en una ciudad, siempre hemos hecho uso de este refranero en nuestro vocabulario, lo que para algunos es considerado como muestra de incultura, yo lo denomino sabiduría popular. Siempre desde mi humilde punto de vista, conocer y manejar estas frases enriquece tu lenguaje y motivan una máxima que siempre he llevado a cabo, usar el lenguaje como medio de comunicación, no como medio de distinción, para ello, siempre adapto el lenguaje a mi interlocutor.
La frase en cuestión hace alusión a los problemas de cada día, y a la forma de afrontarlos, es tremendamente optimista, ya que de forma implícita desposee a cualquier situación, ya sea imprevista ó no, de su carácter problemático. El término imposible no debería utilizarse tan alegremente, al menos debería reservarse a situaciones carentes de solución, la codicia, es imposible de solucionar, ya que es inherente a la condición humana, la pobreza, también es imposible de solucionar, porque siempre habrá quien, fruto de esta codicia, intente tener más, ó mantener a toda costa lo que tiene, y esta ambición, le llevará a usar todos los medios a su alcance para obtener lo que quiere, ó para conservarlo, aunque para ello tenga que empobrecer a otro.
El uso que el Sr. D. Pedro Capilla hace de la palabra imposible, ante el requerimiento del periodista de EL GLOBAL sobre la creación de una vocalía nacional de Farmacia Rural, es del todo gratuito, y más aún, que la escusa para no hacerlo sea la imposibilidad de reformar unos estatutos que datan de los años 50, más cercanos a épocas franquistas que a la Constitución Española. ¿Cuáles son los motivos para no haber intentado modificarlos desde entonces?, no tengo esa respuesta, pero en pleno siglo XXI sería aconsejable adaptarse a los cambios surgidos en la profesión y dar soluciones a los problemas del colectivo que la solicita, sería un pequeño “pago” a la inmensa deuda que el Modelo Farmacéutico Español tiene con la Farmacia Rural .
Como dicen en mi pueblo, todo tiene solución menos la muerte, solo hay que querer y poner todos los medios para buscarla, si no se tiene interés, eso ya es otra cosa.
Francisco Javier Guerrero García
Farmacéutico Rural en El Madroño, el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla
Publicado en EL GLOBAL nº427. Tribuna. 04-10 de Mayo de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

tienes razon,tengo problemaa duros,pero no me rsjo