Tras hacer
público un análisis sobre los gastos fijos que ha de afrontar una oficina de
farmacia, nuestro informe refleja que el Modelo actual, caracterizado por su
amplia distribución de puntos de atención
al paciente presenta una grave situación de desigualdad, la cual, en
contra de lo que marcaría el sentido común y la sensatez, alcanza su máximo
exponente precisamente en los establecimientos que resultan esenciales para el
mantenimiento de esta amplia red asistencial, de carácter universal, y tan
valorada a todos los niveles.
Compañeros sin
coberturas esenciales, que no llegan a cubrir estos gastos fijos, ni a
disfrutar de unos días de vacaciones desde hace años ó tomarse unos días de
baja por enfermedad,... una realidad compartida con muchos otros trabajadores
autónomos, pero que al producirse en el seno de un modelo, regulado para hacer
accesible la prestación a todos los ciudadanos, y siendo por ello garantizado y
legitimado por las oficinas de farmacia ubicadas en el medio rural, resulta a
todas luces injusta.
Incoherencias de
este calibre dificultan la defensa de un Modelo que una y otra vez es discutido
desde diferentes sectores (CNMC, OMC,...), poniendo en duda la necesidad y
proporcionalidad de las restricciones al establecimiento.
Mecanismos como
el implementado en el RDL 09/2011, aunque insuficiente y tardío en su
aplicación, nos muestran el camino para intentar restablecer el equilibrio
perdido en la red asistencial y la pervivencia de la misma, sin buscar el
igualitarismo, pero sí una garantía que nos permita cubrir los gastos de
explotación, así como alcanzar unos ingresos dignos.
Todos aprobamos
la capilaridad pero ésta no puede ser sólo asistencial, también debe afectar a
los recursos liberados por el Estado para costear esta prestación y que, en las
actuales condiciones, no están siendo correctamente distribuidos.
Por solidaridad
profesional, ó por simple interés económico, todo esto debería parecer
razonable, incluso diría que evidente, pero no está siendo abordado como
merece… a los números me remito.
Francisco
Javier Guerrero García
Sociedad
Española de Farmacia Rural (SEFAR)
Presidente
Artículo de Opinión publicado en El Global el 08/11/2015: