jueves, 22 de enero de 2015

Reflexiones en la Soledad del Farmacéutico Rural (y XXII)

OCASO DE LA FARMACIA RURAL
 
Leo una noticia del diario "Las Provincias" titulada "Ocaso de la Farmacia Rural" y en la que se analiza la modificación que se ha llevado a cabo en la Comunitat Valenciana de la Ley de Ordenación Farmacéutica, en la que se va a impedir realizar nuevas aperturas en poblaciones de menos de 250 habitantes, y en las que ya se indica que, cuando las que estén cierren, no se ofertarán nuevamente sino que se transformarán en botiquín.

No entraré a valorar la reforma, sí en cambio la forma en la que el COF de Valencia se ha apresurado a "aplaudir" la medida, y ya vaticina que "a medio y largo plazo", esas solitarias y poco rentables farmacias de los pueblos más pequeños echarán el cierre y "darán paso a la implantación de botiquines farmacéuticos", algo que desde el COF consideran "coherente".

Precisamente molesta el uso de la palabra coherencia, porque si algo no me resulta coherente es la situación actual de la farmacia rural en el seno de un modelo regulado.

Es cansado repetirlo una vez más pero lo entiendo necesario, ya que el Modelo español de farmacia, surge en el año 1941 para dar respuesta a una realidad, la elevada concentración de farmacias en zonas rentables y la ausencia de éstas y del consiguiente servicio en zonas que no lo eran, como la zona rural. Es entonces cuando se restringen las aperturas por razones de distancia y población para obligar a ofrecer el servicio en zonas como las rurales, donde a priori no sería rentable.

Nacen en este momento las farmacias rurales y es la presencia de éstas las que dotan de coherencia al modelo asistencial ó Modelo español de farmacia. Lo que no resulta coherente con este objetivo, y con las propias restricciones es prever y aplaudir que las que hasta ahora existen vayan a cerrar y nadie proponga ningún tipo de reforma para darle continuidad al servicio y al mismo tiempo dotar de coherencia a un sistema que cada vez presenta menos.

Deberíamos hacernos varias preguntas: 
  1. ¿Es el criterio económico el que debe primar sobre el asistencial?
  2. ¿Debe asumir la Administración que como el servicio no es viable para los prestadores debe dejar de ofrecerlo?
  3. ¿O por el contrario debería estudiar cómo está estructurado el sistema ó modelo para ver dónde están los fallos del mismo e intentar mejorarlo?
Yo propongo la siguiente reflexión:

La Administración ya invierte una gran cantidad de fondos para ofrecer a todos los ciudadanos una distribución amplia y equilibrada de servicios entre los que se encuentra la oficina de farmacia, pero vemos que el actual sistema retributivo basado en el número de dispensaciones lo hace inviable en zonas de baja densidad de población. En lugar de pensar en "liquidarlos" ó disminuirlos, el sentido común me dice que deberíamos pensar que el sistema está mal estructurado y que por tanto la inversión realizada no da los resultados asistenciales esperados, por lo que habría que reformar el sistema, no con el objetivo de hacer viable el servicio a los farmacéuticos, sino de garantizar el servicio que ahora se presta a estas poblaciones.

Algo tiene de positivo todo esto, y es que las máscaras van desapareciendo y cada vez se dice más alto cuál es el verdadero destino, decidido y acordado por la profesión hace ya bastante tiempo y respaldado por la inoperancia de una Administración que mantiene un sistema contrario a derecho, y que restringe normas básicas sin responder al bien común al no ofrecer garantías de mantenimiento de un servicio que debería prestarse en condiciones adecuadas.

Esto refuerza mi opinión de que sólo la Administración tiene la solución a esta situación, pero también quiero dejar la idea de que está visto que no basta con apoyarse en la razón y el sentido común, y que esta deriva no podrá invertirse sin la unión de todos los afectados, entre los que cito a Ayuntamientos y vecinos, y sin acciones que puedan generar el suficiente revuelo mediático a nivel general, porque es lo único que parece hacer al Gobernante girar la vista ante los problemas mundanos, aquellos que no son capaces de detectar porque, sencillamente, no se enteran, ni se los cuentan.

Cada vez me queda más claro que el medio rural, sus gentes y la ausencia de servicios no interesa a ninguna Administración salvo a la hora de recaudar fondos a nivel europeo... que luego tendrán el destino que tengan. 

Aún desde el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla...

Javier

1 comentario:

inma dijo...

Totalmente de acuerdo.Qué bien les venimos para mantener a las zonas rurales tranquilas sanitariamente a costa de nuestra autodestruccion.Ellos ya saben cual es su plan de "que vayan cayendo por su propio peso"entretanto que den servicio y se arruinen poco a poco.para que continúen.les damos limosna para lavarnos la vergüenza de cara a la prensa y a la sociedad.Colaboramos con la tarjeta electronica q pagamos nosotros a pesar de que nos quita poblacion que despues de ir al especialista en la ciudad, saca su medicacion, perdiendo cada vez mas...y asi nos inmolamos con la bata blanca puesta.
Lo voceamos y no nos oyen.Les importamos nada mientras mantenemos el servicio a la zona rural.
DEBEMOS LEVANTARNOS Y PEDIR TRATAMIENTO URGENTE .QUIZA DEBERIAMOS YA BUSCAR UNA VIA JUDICIAL.JAVIER.PORQUE COMO TU DICES.LA ZONA RURAL SOLO LES IMPORTA PARA RECAUDAR FONDOS EUROPEOS Y SI LES HACEMOS EL TRABAJO MEJOR QUE MEJOR...
Yo propongo juntarnos todos y buscar asesoramiento legal y dar el paso.Sabemos que nos conducen al suicidio dando un servicio y no pretenden evitar la muerte.