sábado, 16 de julio de 2011

De patética como poco, más aun la calificaría de desvergonzada la aptitud de nuestros compañeros mejor establecidos y demás gurúes de nuestro entorno botiquil , a raíz de las ayudas prometidas por la junta de Andalucía a los farmacéuticos rurales, llevamos los rurales más de dos años denunciando la situación de ruina y abandono que sufre y padece la farmacia rural, y cual ha sido la respuesta de nuestros dirigentes, siempre la misma, nos ven, nos reciben en sus lujosas sedes, nos dan una palmadita en el hombro y a otra cosa mariposa. Cuando no si en lo más genuino y autentico del pensamiento despótico, entiéndase despótico ilustrado ( Todo para el pueblo pero sin el pueblo), realizan un “estudio” , lo de las comillas es por la poca seriedad y rigor del mismo, sobre la farmacia rural, eso si sin contar con los farmacéuticos rurales, será por que al ser rural sopesaran que llevamos boina o olemos a oveja, que desfachatez contar con los afectados para buscar soluciones a sus problemas, esto no es digno de una institución tan solemne como el consejo General de Farmacia. Un panfleto con titulo de estudio que ni resuelve ni tiene intención de resolver los problemas del colectivo rural Español.

Se han propuesto soluciones, que no pasan por hacer menos guardia, ni por convertir las farmacias en botiquines,ni por trasladar a los farmacéuticos a mejores ubicaciones mediante respectivos colegios, todas son milongas y dardos envenenados que intentan desviarnos de nuestro autentico drama: La farmacia rural es inviable en términos económicos en un medio corto plazo.

La solución es clara y sencilla establecer ayudas especificas para este tipo de farmacias, no olvidemos que el actual sistema regulado de farmacia se sustenta sobre la base de la existencia de la farmacia rural, y se han propuesto varias, céntimo sanitario, tramos negativos en la aplicación del RD 5 /2000, .... Y La respuesta de la mayoría de nuestros dirigentes el más atroz de los silencios, a pesar de conocer la dramática situación por la que pasan algunos de nuestros compañeros, una atroz silente cargado de insolidaridad y desvergüenza.

Y ahora se indignan por que la SEFAR, aplaude el destino de fondos del SAS para ayudar a la pequeña y precaria farmacia rural, y como dice José María López Alemany , como muestra de esa indignación en un articulo en el Global .” Los farmacéuticos rurales ven en este decreto una posible tabla de salvación a su delicada situación económica. Y lo han aplaudido. No obstante, creo que aunque la intención pudiera tener un objetivo bien intencionado, el resultado puede ser desastroso para la profesión. Es un caramelo envenenado que puede significar el inicio del fin del modelo”, y yo le pregunto que debemos hacer señor Alemany, rechazar de lleno la ayuda, en pos que es un caramelo envenenado que divide al sector, que debemos hacer, le vuelvo a preguntar, deme una respuesta clara, no creo que sea la resignación y la admisión de nuestra condición, resignación que nos conducirá continuar como estamos y que irrevisablemente nos abocara al cadalso, que el resultado será desastroso para la profesión, que profesión, la que me abocara a mi a muchos compañeros a cerrar o como mal menor a subsistir en unas condiciones económicas denigrantes, esa es la unidad de acción, o mas bien la insolidaridad de una profesión que cuando se le han planteado problemas dentro de su colectivo se ha dedicado a mirar para otro lado.

Si alguien es el culpable de tomar ese “caramelo envenenado”, no es el colectivo rural. Es su clase dirigente que nunca tenido la intención de liderar de una marera clara, concisa y convincente una solución convincente para el colectivo más vulnerable dentro de la profesión a la cual representa.

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