viernes, 30 de julio de 2010

Sarinagara (Philippe Forest)

El autor nos cuenta que el título se debe a un poema japonés de Kobayasi Issa:
sólo rocío
es el mundo, rocío
sin embargo

Es la historia del autor y de tres artistas: un poeta, el que escribió el haiku con el que comienza el libro; un escritor, Natsume Soseki, uno de los escritores más conocidos de Japón; y un fotógrafo, Yosuke Yamahata, que fotografió Nagasaki tras la bomba atómica.

Tras un acontecimiento dramático, los personajes se despiertan a un mundo carente de sentido, en el que ellos deben seguir viviendo. Sólo uno, el fotógrafo, podra continuar su vida como si nada hubiera ocurrido, los demás ya no volveran a ser los mismos, se convierten en sobrevivientes. Algunos sintiéndose culpables por haber sobrevivido y otros, incluso siendo rechazados por ello.


Historias de pérdidas, de soledad, del sentimiento de vacio, de la voragine del mundo...que el autor recupera para que nos aproximemos a lo que él siente.


Imagen tomada de http://www.sajalineditores.com/products-page/sajalin/sarinagara/

1 comentario:

paco dijo...

Farmacias rurales en peligro
01.08.10 - 00:41 -

Hasta 90 boticas corren grave riesgo de desaparecer en pueblos de Castellón
El presidente del Colegio destaca que muchas han dejado de ser rentables tras diez años de recortes en el sector
Las últimas medidas anticrisis han hecho mella en el sector farmacéutico. Después de ser objeto de tres decretos desde el año 2000, este sector ha ido perdiendo cada vez más su alta rentabilidad. «Ya no existe la figura del farmacéutico con un alto poder adquisitivo y una enorme farmacia, eso tan sólo es una minoría. De hecho hoy en día algunos establecimientos rurales producen pérdidas en lugar de ganancias», lamenta Jesús Bellver, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón.
En total hay 289 farmacias en toda la provincia y alrededor de una tercera parte de ellas son deficitarias.
El primer decreto que marcó al sector fue el 5/2000, que supuso la reducción en un 8% de las ganancias de las farmacias cuya facturación era superior a 34.000. Este decreto no tuvo mayor consideración, pues afectaba a las farmacias ricas y no desfavorecía a las pequeñas.
No obstante, los dos decretos polémicos, el 4/2010 y 8/2010, consisten respectivamente en la reducción de un 30% de las ganancias de medicamentos genéricos en su PVP y en un 7,5% en productos con patente libre, afectando por igual a todas las farmacias. La facturación de todas ellas se ha visto reducida en un 30%. Esta alarmante situación provocó la huelga del pasado 30 de junio, con un 93% de seguimiento en la provincia de Castellón.
Las consecuencias para este sector van a ser muy graves: reducciones de empleo e incluso cierre de algunas farmacias rurales.
Así pues, el primer fruto de los recortes va a ser el despido de muchos auxiliares. «Estamos ahogados, un auxiliar puede costarnos al año unos 25.000 euros y su despido sería la acción más coherente que un farmacéutico puede hacer. El problema está en que un farmacéutico con dos auxiliares a su cargo puede prescindir de uno de ellos pero una farmacia con tan sólo el propio profesional no puede hacer más recortes», lamenta Bellver.
Respecto al posible cierre de algunas farmacias, sigue diciendo: «Si algunas todavía no han cerrado es porque están aguantando por los puntos que puedan obtener a la hora del concurso-oposición que se realiza por la licencia para abrir una farmacia en Castellón. No obstante, no tiene sentido estar trabajando si no está siendo rentable lo que haces. Asimismo, cuando puedan obtener la licencia es posible que la legislación haya cambiado y hayan estado muchos años perdiendo el tiempo», dice.
Además, en la provincia hay muchas localidades con farmacia que no alcanzan los mil ciudadanos. Por ejemplo, El Toro, Tales o Arañuel. Esto sería un grave problema para sus habitantes pues se tendrían que desplazar a los pueblos grandes más cercanos para poder adquirir medicamentos.
Por ello, la situación por la que pasa este sector es extrema. Hacer una guardia puede suponer un beneficio de 60 euros. «Ya no vale la pena», dice Jesús Bellver.
«El Gobierno siempre piensa en el gasto farmacéutico pero no se da cuenta de que es justo al contrario. Gracias a nosotros a veces los hospitales se ahorran tener más enfermos o médicos que dejan de tomar la tensión a sus pacientes.
No es justo que durante diez años hayamos contribuido tanto a recaudar dinero público y a la vez muchos farmacéuticos se estén arruinando», apunta. «Somos profesionales sanitarios pero no funcionarios», concluye el presidente del Colegio.